• Novena en Memoria del Papa Francisco (USCCB)

      Tercer día — Pedro, la unidad de la Iglesia
      En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

      Lectura de un sermón de san Agustín

      El Señor Jesús, antes de su pasión, como saben, eligió a sus discípulos, a los que dio el nombre de apóstoles. Entre ellos, Pedro fue el único que representó la totalidad de la Iglesia casi en todas partes. Por ello, en cuanto que él solo representaba en su persona a la totalidad de la Iglesia, pudo escuchar estas palabras: Yo te daré las llaves del reino de los cielos. Porque estas llaves las recibió no un hombre único, sino la Iglesia única… En este mismo sentido, el Señor, después de su resurrección, encomendó también a Pedro sus ovejas para que las apacentara. No es que él fuera el único de los discípulos que tuviera el encargo de apacentar las ovejas del Señor; es que Cristo, por el hecho de referirse a uno solo, quiso significar con ello la unidad de la Iglesia; y, si se dirige a Pedro con preferencia a los demás, es porque Pedro es el primero entre los apóstoles. (Sermo 295, nn. 2, 4)

      Haga una pausa para orar en silencio.
      Rece un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

      Concédele, Señor, el descanso eterno.
      — Y brille para él la luz perpetua.

      Señor Dios, que concediste a tu siervo, el Papa Francisco,
      desempeñar el ministerio episcopal
      y ser sucesor de los Apóstoles,
      te pedimos que también participe de su eterna compañía.
      Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.